El ozono oxida toda clase de toxinas, facilitando su expulsión por el organismo, al hacerlas solubles en agua.
El ozono estimula el sistema inmunológico y la circulación sanguínea a la vez que oxigena el cuerpo favoreciendo la cesión de O2 por la hemoglobina.
También mejora la función cerebral y la memoria, puesto que el cerebro usa alrededor del 15% del oxígeno del cuerpo.
El ozono transforma los ácidos grasos insaturados en compuestos hidrosolubles y son desechados por el organismo.
El ozono ataca los radicales libres y por ello tiene un efecto antienvejecimiento.
El ozono aumenta la producción, siempre a nivel de glóbulos rojos, del 2-3 difosfoglicerato, responsable de la liberación del O2 en los tejidos.
En resumen El Ozono es un potente analgésico, antiinflamatorio, Oxigenante, Revitalizante, Antioxidante, Germicida Regenerador.